Hola !!!
Como os dije en la entrada anterior, me gustaría contaros el tema de reforzar seguridad de la princesa de la casa…
Ya os contaré en otras entradas, pero Victoria tiene un problema de la alimentación, desde siempre… Y bueno, está siendo tratada en el Hospital Niño Jesús…
Allí la ve su logopeda y su psicóloga… Su psicóloga nos explicó, en la primera consulta, que parecía que Victoria iba a ser una niña muy muy inteligente pero que necesitaba tener todo «atado», sabiendo qué iba a suceder en cada momento para así saber cómo actuar…
Al principio eso lo veíamos un poco como «no sé yo, eso es como muy genérico», pero poco a poco hemos ido afianzando y confirmando la teoría de su psicóloga.
Aparte de su problema de alimentación, Victoria a la hora de socializar necesitaba saber si la persona a la que se iba a acercar pensaba que era buena niña o no, tenía muchísimo miedo al rechazo, a que su amiga dijera que no quería ser su amiga.
Poco a poco, peleíta a peleíta (jajaja), ha ido dándose cuenta que si esa niña en ese momento no quería jugar con ella, ella podía irse a jugar con su otra amiga a la que le apetecía jugar al mismo juego que a ella.
Es verdad que su «mejor amiga del mundo» juega con ella siempre, y que la quiere a morir, pero se ha dado cuenta que si esta niña falta por lo que sea, porque esté malita o cualquier otra historia, puede jugar con las demás niñas o con los niños (aunque ellos sólo quieran jugar al fútbol 🙂 )
¿Cómo hemos conseguido que poco a poco sea más segura? Reforzando sus logros, dándole mucho mucho mucho amor, y sobre todo, restando importancia a esas cositas de niños que le pasan a todos…
Es lamentable cómo en ciertos colectivos de los colegios, hables con quien hables, ves cosas que es para echarse las manos a la cabeza. Parece mentira que seamos madres / padres… El comportamiento, en ciertos momentos, roza lo «animal».
¿Qué opináis?
un saludo!!!