Y tras leerme el libro en apenas tres días fui viviendo cada momento como algo especial.
Recuerdo cómo iban pasando los días y yo quería que la barriga creciera y que pudiera sentir al bebé.
Y gracias a eso fui elaborando un diario en el que iba apuntando cada día que iba al médico distintas cosas: las sensaciones que había vivido, lo que el médico me iba diciendo respecto al crecimiento del bebé.
Cada día que iba al médico era una nueva aventura. Era genial cada vez que iba a escucharle el latido del corazón, que te dijera el médico cuánto medía en ese momento el garbancito.
Cada día cada visita cada prueba confirmaba 100% que el bebé crecía dentro de mí y que todo marchaba perfectamente.
Una de las cosas que más recuerdo del embarazo fue cuando me dijeron que era una niña. Estaba claro que, aunque hubiera sido un niño, le ibamos a querer igual. Pero teníamos especial ilusión de ponerle el nombre de Victoria, como la madre de mi marido…
Y cuando por fin confirmaron el sexo del bebé estábamos todos locos de alegría.
Por fin podíamos cumplir el sueño de recordar a la que hubiera sido mi suegra para toda la vida. Igual consideráis ésto como un recuerdo negativo, pero para mí es algo que me llena de orgullo decir. No tuve la suerte de conoce, pero siemprer me dicen que mi suegra era una persona espectacular.
Cada vez que pienso en ella creo que mi cuñada Raquel es la persona que más se asemeja a lo que fue ella. Seguro que era una persona llena de vitalidad, de buen humor, de esas con la que tienes buenos momentos… así que si me enorgullece decir que mi hija se llama Victoria.
Durante el embarazo también pasaron cosas no tan agradables de escuchar, respecto al crecimiento del bebé… pero eso os lo contaré en otro post dentro de unos días.
Y la barriga fue creciendo… Con sus patadas y sus cosas…
¿Me contáis vuestras experiencias?
Besos
Ana 😃