¿Por qué no mastica?

IMG-20170411-WA0021

Esta pregunta unida a ¿qué hemos hecho mal? ¿por qué será? ¿no le gustará mi comida? nos la hicimos del orden de 3000 veces.

Sabemos que la alimentación de nuestros hijos sigue unas pautas que se suelen cumplir y que los padres aceptamos porque es lo mejor para ellos. Lo mejor, como ya sabéis, es lactancia materna, siempre que se pueda… En mi caso, no pudo ser, y estuvimos con los biberones de fórmula (y tan divinamente, aunque hubiera sido precioso poder hacerlo mediante lactancia materna). De ahí, a los cereales sin gluten, luego con gluten, papilla de frutas, purés… y de ahí a los sólidos…

Así es como se va haciendo, ¿verdad? Pues en nuestro caso, todo se vio alterado… Cualquier cambio que íbamos haciendo con Victoria, suponía un mundo, un drama y un llorar constante (tanto ella como nosotros). Nunca pudimos pasar de manera «natural» a esos sólidos…

Según iba creciendo Victoria notábamos que ella no sentía ningún interés como el resto de los niños por explorar el mundo con esos dientecitos… Victoria además nunca fue una niña de un apetito «despierto», así que claro, lo que todos los papás hacen de ir dándole chicha a los enanos, nosotros no pudimos hacerlo.

Íbamos al médico y nos decían que tranquilos, que no nos preocupáramos… Gracias a Dios nadie nos dijo que le ofreciéramos sólo comida sólida, y que si no, que no comiera… El sentimiento de culpa por no saber qué habíamos hecho mal siempre ha estado presente en esta unidad familiar… hasta que fuimos al Hospital Niño Jesús donde nos derivaron a la unidad de trastornos de la alimentación…

Sí, es muy fuerte que te deriven a algo tan serio… Pero lo que queríamos era que nuestra pequeña poco a poco fuera rompiendo esa barrera de miedo que tenía (y aún tiene) a la comida.

Jamás se atragantó con nada, nunca llegó a comer ni pan ni chuches ni nada (que mucha gente te pregunta: ¿pero no come ni pan? -noooo, cuando digo que no come nada, es que no come nada). Menos mal que de puré siempre ha estado bien alimentada, porque cuando llegas a esos sitios te das cuenta que tu hija no es la única, lamentablemente, que no come bien. Hay verdaderos problemas en estos pequeños, que se te cae el alma a los pies…

Tras 4 años de terapia de lunes a lunes, con la logopeda, con la psicóloga… y la terapia externa que tenemos, podemos decir que Victoria progresa adecuadamente (aunque muy des-pa-ci-to)… Ya va comiendo cositas sólidas, con sus preferencias sobre qué comidas le gustan más y qué comidas menos…

Doy gracias a este grupo de profesionales que nos está acompañando semana tras semana…

Doy gracias a mi familia, porque se ha volcado con ella, ayudándome a que pudiera ir a terapia (ya que con mi trabajo es prácticamente imposible), con la comida (haciéndosela semana tras semana)…

Y gracias a todos los que comprenden que para nosotros es un palo muy grande que con 7 años aún no coma sólidos… y que están con nosotros apoyándonos y luchando juntos…

un besazo

pd: odio el atún (a mi princesa le encanta)

Deja un comentario